jueves, 14 de marzo de 2024

Diario de Dazai: V

Si pudiera expresar mi sentir con palabras, ¿qué diría?

Son las primeras horas de la madrugada y no paro de pensar, de maquinar ideas dentro de mi mente, en mi cerebro, y comienzo a tener complicaciones para dormir.

¿Qué hay en mi cabeza? Me pregunto si sería conveniente para mí poder extraer una por una las ideas que divagan ahí, tomar cada una y unirlas de forma que sean coherentes.

Noto con tristeza que muchas cosas que hacía por placer, de a poco perdieron su toque, y las fui haciendo más por costumbre, porque no tengo nada más –menos molesto– con lo que perder el tiempo.

Tiempo que debería emplear en otras cosas de mayor relevancia.

No sé si sería conveniente desentrañar las ideas dentro de mi cerebro porque sería muy triste –aún más– descubrir no sólo la cadena coherente que forman, sino también otras cosas...

Cosas como que mi cabeza está llena de mierda.

Claro que si digo "mierda" me refiero a un concepto de diccionario que ahora no estoy dispuesta a indagar, ni explicar a base de ejemplos. 

No tengo humor.

¿Cuándo lo tengo ya?

No quiero encontrar respuestas, porque no las soportaría. No sé si es por debilidad o por fortaleza.

Sólo sé eso, y que quiero un abrazo. Que la mayor parte de mi vida he esperado un abrazo. No de cualquiera, aunque no son pocas las "personas" de las cuales lo espero. 

Casi podría llamarlo un anhelo.

Casi.

A veces –sólo a veces–, cuando siento que el dolor me está bloqueando los sentidos, quisiera desparramarme a llorar como nunca he llorado; como si me fuese a matar con ello.

Y también, de vez en cuando, me entran tremendas ganas de amar; demostrar mi amor entero a alguien como no le he mostrado a nadie más.

Pero la cosa no va así.

Es más sencillo dejarme llevar por la rabia, la furia, por toda la ira acumulada de cosas que no he podido manejar. 

Es más fácil verse despreciable, que frágil.

O quizá sea simplemente mi orgullo lo que me hace decir "nunca", y repetirlo tantas veces en mi vida.

Honestamente, estoy cansada.

Estrés, TOC's, ansiedad, desvelos, altas expectativas, papel de líder (responsable) cuando no corresponde... vidas.

¿Cuánto peso más debo poner sobre mis hombros para justificar mis errores, mi cansancio?

Cuánto más...

Podría ser incluso más sencillo fumar, tomar, salir de juerga, bajar mi rendimiento, desconocer mis fallos, drogas... 

Suicidio.

Resolvería muchas, tantas cosas...

Pero ahí está de nuevo ese mal/bendito orgullo en forma distorsionada, adquirido como dignidad.

Hay aún cosas que no quiero perder. Aunque mi vida no es precisamente lo que querría, descubro que huir tampoco me brinda el sentimiento deseado. "Casi" anhelado.

Si no soy capaz de huir, ni tampoco de hacerle frente a mis complicaciones, ¿qué debo hacer? ¿Qué se supone?

¿Cuál es el sentido de mi vida?

¿Complicármela? ¿Sólo eso y ya? Porque afortunada o desafortunadamente, "problemas" no es la palabra más adecuada a mi vida.

Sólo soy complicada, mucho más que cualquiera.

"Quiero morirme", "quiero vivir". 

He dicho ambas oraciones. 

También "ya no quiero seguir con esto" y "esto es lo más apreciado por mí".

Quiero seguir; ya no quiero. 

"Quiero destruirlo", "Quiero protegerlo".

Cuando tengo algo valioso entre mis manos...

¿Lo estrujo o lo acaricio?

No hay problema en tener contradicciones mentales, pero ¿cómo puede existir alguien así? Tan complicada...

Yo sólo quiero paz, quiero lo mejor.

Dicen que lo mejor es complicado. No quiero encontrar respuestas ahora. Me causan miedo.

Así que, temiendo equivocarme, no me muevo.

Sólo me pregunto cuándo se irán mis temores, mis miedos. Cuándo seré libre de moverme sin ataduras.

Libertad...

Además de la dignidad, esa libertad es algo que tampoco quiero perder, y a la vez me esfuerzo por obtenerla como yo quiero, como me hace sentir plena [la tengo, pero no como yo querría]. 

Es algo que perdura, que siempre he protegido, pero que se puede destruir en cualquier momento.

Que puede estrujarse y acariciarse a la vez.

"Siempre" es otra palabra que sin preverlo suelo utilizar.

Yo pienso que sí me complico mucho. Lo deduzco, lo concluyo.

Bien, mi mente empieza a alucinar, es la señal que indica que ya va siendo hora de dormir.

Diario de Dazai: IV

Aquí vengo otra vez. 

Tengo un lío con respecto a Dios.

Quiero creer. Quiero tener una manera de sentirme tranquila, pero no sé quién sea Dios. 

Entregar mi vida a alguien que no conozco no es el problema; el problema es que no me gustan sus reglas.

Aunque admito que he sido infantil odiándolo por cómo lo idolatra la sociedad.

Es decir, no creo que Dios tenga historia. Eso es sólo rumor de la gente.

Ahora que lo pienso, Dios ni siquiera tiene que ver con religión, al menos no de la que estoy hablando.

"Religión" desde siempre ha ido relacionado a economía, economía a política y ésta a su vez a sociedad, es decir, masas.

Dios es la fe, la creencia y la manera de pensar. Cada quien piensa distinto. 

Es imposible que todos piensen lo mismo. La esperanza de cada quien es invaluable y única.

El que las personas sean de una misma religión y vayan a la misma iglesia, no quiere decir que sus ideas de Dios sean iguales. 

Cada quien tiene su propio Dios, su propia meta, su propio sueño: su propia vida.

Así que en términos religiosos, soy atea, porque mis ideas no pertenecen a ninguna religión.

Pero en mis términos ideológicos, eso no es lo mismo a negar que existe un Dios. Yo sé que existe. 

Así que si ateo significa originalmente "persona que niega la existencia de Dios", definitivamente ésa no soy yo.

Diario de Dazai: III

Qué hay, D.

No suelo hablar de mis sentimientos. 

En realidad no suelo hablar de nada.

No me gusta. 

Pienso en lo que tal vez piensa otro.

Y sólo hablo de trivialidades.

Es irónico.


Sigo caminando sola a fin de cuentas.

Todo lo que amo, desaparecerá.

Y yo siempre recuerdo a los que se van. 


¿Qué soy yo, D?


Consuelo es una palabra que no entiendo del todo.

No puedes dar algo que no tienes. 

Es algo que no puedo hacer. 

Dar consuelo. 

Porque no he encontrado aún un motivo que valga las penas.

Sigo el sistema.


Es la clave del porvenir. 

Sin favoritismo no hay injusticia.

Sin amor no hay odio. 

Sin motivo para sobresalir, tampoco lo hay para rendise. 

Es mi secreto.

No digas nada, D.

Nadie va a tocarte.

Yo te cuidaré.

He de mantenerte a salvo.

En mi mente nadie te tocará.

Sin contacto no hay daño.

Lo más cercano a amor sólo existe en mi cabeza.

Mi paraíso es sólo una ilusión.

Simple.

Si el cielo azul no existe, imagino que lo pinto con mis propias manos.

Por ello es mío.

Si soy feliz o no...

La decisión es mía.

Es mi secreto.

No cuentes nada, D.

Mi mayor sueño no es más que una utopía.

Y nadie lo sabrá, D.

No permitiré que te toquen manos que no sean solo mías.

Tu dueña únicamente soy yo.

Lo que está dentro de mi mente... eso no lo puede saber nadie que no sea yo.

Soy su dueña.

No comparto lo que sueño.

Aun si son pesadillas.

No hablo mucho, D.

Hablar es dar información.

No necesito información de otra persona que no sea yo.

¿Te mencioné que no me gusta hablar, D?

Algo que no existe para el mundo, no puede destruirse par obra de él. 

Si quiere ser destruído, tendrá que esperar a que yo lo decida y punto.


"Te amo".

Claro que yo no sé amar.

Soy impotente en cuanto a amor. 

Es todo parte de mi mente. 

Mundo imaginario, sentir imaginario.

Simple.

Lógico.

Irreal.

¿A que sí, eh, D? 

Mi cerebro trabaja retorcido. 

Así soy yo.



Diario de Dazai: II

Hacer el amor es recorrer el mundo con mis dedos. Es buscar el camino a tus labios... Es deslizarme entre tus venas y tus sueños. Es sentirme afortunado. Es recorrer la distancia que existe entre mi alma y la tuya siempre en un suspiro.


¿Qué concepto abstracto toca analizar hoy, eh, D? Amor... 

No. Demasiado trillado.

Llamémosle "Relación Afectual no Identificada". Nop. Clasificada. 

Eso suena mejor. 

Lo otro sonaba a ovni.

Así que "RANC". 

Me he puesto a dormitar por búscale sentido a ello. 

Qué pereza ser humano. 

¿Crees que mi vida cambie, D? 

"Cambia tú y y cambiará tu vida". 

He cambiado.

Me he vuelto más cínica. 

Cambié llanto por indiferencia.

Cambié lo suficiente.

Pero todo parece igual.

Me llegan cosas que he pensado varias veces.

Siempre regresan.

De hecho, en verdad opino que nunca se van.

Presumo en ese caso que nunca estoy sola.

Tengo la compañía del miedo.

La locura hace un buen trabajo. 

Y por supuesto, de mi mano camina sujeta la mentalidad paranoica.

El puño golpea, rompe, destruye. 

El puño lastima, hiere, silencia. 

El puño mata, viola, amenaza. 

Qué lindos argumentos, ¿a que sí, D?

"RANC" no es puntual.

No llega para solventar los gritos de la multitud eufórica por oír: 

El puño tuvo su origen en otro puño.

Eran palmas que se estrujaron para no soltarse jamás.

Eran mariposas que cerraron sus capullos para convertirse en orugas y desaparecer al final.

De ese modo acarician, como el viento, sin dar cuenta a nadie de lo mucho que vale para sostener al cuerpo respirando, aunque nadie lo ve. Sólo se siente.

El puño que se queda puño, sostiene la soga de la que pende su amigo, y presiona la aguja que ha de curar enfermedades, y derriba muros que levantan los hombres para aprisionar.

El puño que llega a viejo, probablemente dejará un legado. 

Sostén el martillo. Estrújalo. 

Contrólalo y golpea la piedra que se volverá puente entre el sentir mutuo y ajeno. 

Y mantén la palma cerrada. 

Siempre en forma de puño.

El público asegura que "RANC" callaría la boca inexistente de Miedo, también dejaría a Locura muda de la impresión, y por supuesto, Paranoia dudaría de su naturaleza propia.

Apostaría a que te comes los dedos en espera de lo que pasa con "RANC", si los tuvieras, D.

No voy a contarlo. 

Ya hablé mucho hoy.

Mi comentario es que lo más desagradable puede ser igualmente la existencia más leal.

"RANC" no ha llegado, pero no estoy sola. Horriblemente no lo estoy. 

Oye, D, lo tengo.

No estoy analizando qué es "RANC".

Estoy tratando de comprender por qué aún la espero.

Dos opciones, tú elige, D:

Esperanza por el regreso de "RANC".

O desesperación tras vivir con dolor.

Opino que son lo mismo.


sábado, 9 de marzo de 2024

Diario de Dazai: I

Me siento extraña. Triste, pero extraña. Quiero escribir mucho, y a la vez, nada. Detesto todo, pero quiero cariño. Soy como un erizo. No quiero hacer nada; que todo se haga solo. Quiero perderme; quiero vivir. ¿Aún estoy aquí, entre todos? Me siento, más bien, perdida en la nada. Es día de la mujer, pero no quiero hablar en femenino, tampoco en masculino. Ni siquiera quiero hablar, aunque hay mucho que decir. Siento asco, pese al vacío. No tiene sentido. No tengo razÏŒn de ser, entonces ¿por qué sigo viviendo?, ¿por qué quiero vivir? No quiero morir, pero no hallo una razón de vida. No quiero morir, pero no tengo elección. Morir es lo único que queda. Porque si no, ¿qué me queda? ¿Qué he perdido? Estoy hueca. Como una muñeca rota, fea; hermosa. Superficial. Una máscara de porcelana. El mismo rostro de siempre. Yo soy yo. No tiene mucho sentido, nunca lo tuve. Me pregunto si alguna vez me perdí a mí misma; ¿cuándo fue? Ya no lo recuerdo. No sé si existo, si existí, si existiré. Quiero desvanecerme; siento que ya lo hago. ¿Cuántos punto y coma ya usé? No me interesa. Nada es relevante, nada permanece. Sólo yo, y lo odio, pero no sé odiar. Tampoco sé amar, ni sentir nada.






Diario de Dazai

Datos generales.

Inventario tipológico de Myers-Briggs (MBTI): ENTP ambivertido.

Eneagrama: Tipo 6 con inclinación a 9.

Orientación sexual y romántica: Demi.

Orientación religiosa e intelectual: Agnosticismo, escepticismo.

Temperamento: Melancólico-flemático.

Tipo de humor: Negro (bilis negra).

Carácter: Cínico, conflictivo, provocador.

Flor representativa: Caléndula violeta y amarilla.

Gema representativa: Iolita (cordierita).

Color representativo: Rosa pastel combinado con blanco o con negro.

Color favorito: Rojo (rubí, carmesí, carmín, rojo puro) y azul  (aguamarina, cerúleo, aciano, turquesa).

Animal representativo: Zorro, tortuga.

Pecado capital hipotético: Pereza con inclinación a la ira.

Valor característico: Lealtad.

Pasatiempos: Escuchar música y cantar, leer, dormir.

Habilidades y capacidades: Juegos competitivos (ajedrez) y de destreza psicomotriz (rompecabezas).

Tipo de aprendizaje: Kinestésico con mnemotecnia.

Temor: Perder.

Anhelos: Seguridad y confianza.

Datos particulares.

Tiende a ser complaciente.

Le gusta hacer reír a los demás.

La honestidad no es lo suyo.

No le molesta la soledad ni el vacío, sino el dolor que conlleva.

Odia el dolor. 

Padece de hipersensibilidad sensorial y baja tolerancia a la frustración (irascibilidad).

Sufre distimia, disforia y anhedonia.

Tiene tendencias autolesivas y autodestructivas.

Apego emocional hacia objetos antes que a personas (desapego).

Personalidad carismática, pero apática (insensibilidad emocional).

Disfruta bailar, pero no le interesa aprender a hacerlo.

No toca instrumentos, pero podría interesarle.